jueves, 29 de octubre de 2009

Vamos por los 52 Día 30

Día 30
Nehemías 8:1-2

Ya se había reconstruido la muralla.Ya se había organizado la ciudad. Ya estaban distribuidos y habían ido a sus poblaciones.
Y este día se reunieron todos de nuevo. Estaban a punto de celebrar la fiesta de las trompetas. Ellos querían retomar como comunidad sus raíces espirituales.
Y dice la Biblia que al reunirse, hicieron algo que no era parte de parte de la celebración. Pidieron al maestro Esdras que les leyera las escrituras.
Me llena de emoción pensar en este momento e imaginarmelo. Todo el pueblo reunido, llegando de los diferentes lugares donde vivían.
Y todos ellos querían que se leyera la palabra de Dios. En la versión Reina Valera dice : "como un solo hombre", al referirse a la unión del pueblo en esta reunión.
Ellos estaban hambrientos de la palabra de Dios. Eso produce mucha alegría en mi corazón. Ellos entendían su necesidad espiritual (Mateo 5:3)
Durante el tiempo que estuvieron reconstruyendo, buscaron muchas veces a Dios en oración en medio de amenazas, peligros y problemas. Ahora la muralla estaba reconstruida, la ciudad estaba protegida. Estaban estables . Ya no lo hacían para pedir ayuda y protección. Estaban buscando de Dios porque querían conocer su voluntad.

Hay ocasiones en nuestras vidas cuando estamos pasando por tiempos difíciles, que buscamos de Dios;y lo hacemos con intensidad y a veces con desesperación. Pero cuando ya todo está tranquilo y estable, perdemos pasión y fuego por estar junto a El.( Salmos 50:14-15). Cuanto alegría debe haber en el corazón de Dios cuando lo buscamos porque deseamos tener una relación con él y no solamente porque necesitamos de su ayuda y bendiciones.

¿Cómo está tu agradecimiento hacia Dios?. ¿Estas buscando del El con alegría cada mañana?

En este punto hay que rescatar y valorar el trabajo y ejemplo que Nehemías puso durante todo este tiempo y que sirvió como motivación e inspiración para los demás Israelitas. Definitivamente tenemos la capacidad de inspirar a otros más allá de lo que imaginamos simplemente viviendo vidas entregadas a Dios.

El pueblo entero tenía este espíritu. No eran unos cuantos, eran todos. Que alegría hay cuando vemos que la iglesia está unida en espíritu. (Salmos 133:1).Cuando hay un ambiente de buscar, alabar y conocer a Dios.

Es un gran reto para los cristianos vivir así. A veces estamos desenfocados; en otras ocasiones en el egoísmo y la apatía se apoderan de nosotros, y cada uno vive para si mismo y no para los demás. Otras veces son separaciones y actitudes negativas que impiden este tipo de unión. O simplemente estamos tan preocupados de las cosas del mundo, que perdemos de vista las cosas del cielo.

Luchemos por buscar ese espíritu como iglesia. Luchemos por animar, inspirar y motivar a nuestros hermanos a que todos juntos busquemos y alabemos a Dios.

Y también nos dice la Biblia que estaban, hombres, mujeres y niños. Todos los que tenían uso de razón. Ellos entendieron que buscar a Dios funciona mejor cuando lo hacemos como familia. Ellos deseaban que sus hijos escucharan la palabra de Dios.

¿Cuanta importancia le estamos dando a que nuestros hijos conozcan de Dios y su palabra? ¿Cuanto nos esforzamos porque esto suceda?

Estos dos versículos nos hablan de un pueblo que logró en 52 días lo que no había podido hacer en 93 años. Y como después de esto, entendió que necesitaban de Dios más que nunca. Era un pueblo que tenía hambre de Dios y su palabra, y que quería reconstruir su relación con él.

Busquemos ser ese pueblo espiritual sediento de la palabra de Dios.








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