jueves, 15 de octubre de 2009

Vamos por los 52 - Día 16

Día 16

Nehemías 4:10

Las amenazas y la oposición comenzaron a dejar su huella en los corazones de la gente que estaba reconstruyendo. A pesar de que habían logrado bastante, había en ellos un sentimiento de impotencia y de fracaso. Estaban desfalleciendo ante el cansancio y los problemas.

Es increíble lo que había pasado. ¡Ya habían llegado a la mitad!, Pero ante su desesperanza, sólo podían ver los escombros y no alcanzaban a ver la mitad de la muralla que ya estaba levantada. Estaban comenzando a sentir que no valía la pena seguir adelante. No iban a lograrlo

Ya hemos hablado de la batalla espiritual. De la oposición , las burlas, las amenazas, los problemas. Y posiblemente la hemos estado viviendo en carne propia durante estos días.

¿Está haciendo mella en tu ánimo?¿ya te está pesando el cansancio de los días?

La constancia ha sido un gran reto para los humanidad, y lo es también hoy en día para los cristianos. Muchas veces nos vemos sumergidos en ciclos de grandes tiempos de devoción a Dios y luego espacios de flaqueza , de momentos en que queremos evangelizar todo el mundo y un poco mas tarde nos da vergüenza hablarle al que está a nuestro lado, de proyectos espirituales con impactantes comienzos pero pocos finales. Es un reto para nuestra vida diaria. ¿hay proyectos en tu vida espiritual que se han quedado sin terminar?

Nos va a ayudar mucho entender que fue lo que produjo el desánimo de la gente de Judá.

¨ Ellos veían los escombros más que lo que ya estaba construido. Es decir, habían perdido la objetividad. Sin duda, la comenzar el trabajo había mas escombros que en este momento, también desde un principio vinieron señales de oposición. Pero aún así con buen ánimo llegaron hasta la mitad. Ahora su mirada estaba puesta en los problemas, y no en lo que ya habían logrado. Cuando nos fijamos en los problemas, nuestro panorama es negativo y nos desanimamos.

Suele suceder cuando queremos cambios en nuestro carácter y corazón. Llegan momentos en que algo no funciona, y comenzamos a autocriticarnos y ver todas las cosas que no cambiamos y terminamos deprimidos, en lugar de valorar las cosas que Dios ya ha cambiado en nuestros corazones. (2 Corintios 5:17, 1 Pedro 3:21).

Gran parte de lo que pensaban era el eco que habían dejando en sus corazones las palabras de Sambalat y Tobías. Ellos les decían con burlas que no iban a ser capaces, y ya estaban comenzando a pensar que era cierto.

La palabras tienen tanto poder como nosotros les permitamos anidar en nuestro corazón. y esto funciona tanto para las palabras que edifican, como las que destruyen. Dependiendo de cuanto les demos cabida, así tienen poder no solo en nuestra manera de ver las cosas sino en nuestro ánimo mismo.

Y nosotros tenemos el poder para escoger lo que escuchamos y lo que no. A quien escuchamos y a quien no. ¿Cómo te ha ido con esa decisión últimamente?

¨ “La fuerza del cargador desmaya….somos incapaces”. Después de un rato, los habitantes de Jerusalén habían puesto mucho su atención en ellos mismos , en sus debilidades, y no en el poder de Dios que había utilizado a Nehemías y los había alentado a realizar la obra. Cada vez que fijamos nuestras esperanzas en nuestra fortaleza, o nuestra pureza de corazón, después de un rato no nos queda mas que desalentarnos. Pero necesitamos recordar quién es el que nos anima y acompaña en nuestro diario caminar. (Filipenses 4:13, Efesios 1:18-19). La Biblia dice: fijemos nuestra mirada en Jesús pues de el procede nuestra fe. La fe que perdura viene de ver a Jesús, no unos a otros o a nosotros mismos

Hoy te invito a que te hagas las siguientes preguntas:

Estoy perdiendo el ánimo en mi propósito de levantar la muralla?

¿A qué voces estoy escuchando y prestándole atención?

¿Puedo ver lo que ya ha sido levantado y construido?

¿Tengo mi mirada puesta en el Dios todopoderoso?

Hoy amigos, es tiempo de vencer gigantes. Y tal vez uno de los más grandes somos nosotros mismos.

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