martes, 27 de octubre de 2009

Vamos por los 52 - Día 28

Día 28
Nehemías 7:1-4

Una vez terminada la muralla, cualquiera de nosotros pensaría que Nehemías daba por finalizado su trabajo. Pero como vimos anteriormente, el estuvo dispuesto a ir mas allá de lo que inicialmente era su misión, para asegurar el bienestar de Jerusalén. Terminado el trabajo de reconstrucción, lo primero en que Nehemías pensó fue en reorganizar el servicio en el Templo. El sabía que no bastaba con simplemente asegurar las murallas de la ciudad, necesitaban fortalecer las murallas espirituales.

Es un reto para nosotros imitar su ejemplo de no dar por terminado algo simplemente porque se ve bien ( la presencia física de las murallas). En nuestro matrimonio, muchas veces nos conformamos con resolver un problema y estar bien, y dejamos de tratar lo profundo de la relación. Con los hijos, nos importa que se comporten y les vaya bien en la escuela, cuando existen valores más profundos e importantes que necesitamos enseñarles para el resto de sus vidas. Puede pasar en las amistades, en nuestra vida cristiana, en nuestras relaciones como discípulos. Piensa cuantas conversaciones podemos tener en las que nos quedamos en lo externo, y no llegamos profundamente. Algunas veces nos dedicamos a resolver los problemas , y no damos el paso de fortalecernos espiritualmente.
El además, se encargó de nombrar personas que pudieran tomar la responsabilidad de cuidar bien y proteger la ciudad. El deseaba de todo corazón que sus hermanos de raza estuvieran seguros. Las características que Dios inspiró en el corazón de Nehemías para escoger estos hombres fueron : dignos de confianza y temerosos de Dios.

Digno de confianza: alguien fiel, honesto, sincero, que cumple con la responsabilidad que se le asigne.

Temeroso de Dios: reverente a Dios y a su palabra. Integro; alguien que le importa más lo que piense Dios que lo que piensan los hombres; por lo tanto es el mismo públicamente y en la intimidad; no es aparente.

La iglesia, los hogares, las empresas, necesitan hombres y mujeres con estas características. Nos hemos embarcado en la aventura de ver a Dios transformando nuestros corazones. Oremos para ser ese tipo de hombres y mujeres para El.

Además de los líderes nombró vigilantes. Unos en puestos estratégicos, y otros desde sus casas.

Como miembros de la familia espiritual, tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a otros dentro de la iglesia. Esto significa interesarnos por los demás, estar pendientes de ellos. La biblia dice en Isaías que somos centinelas para el pueblo de Dios. ¿cómo te está yendo en esa labor? ¿estás atento y cuidando de tus hermanos y hermanas?

La muralla tenía un perímetro de alrededor de 3,600 metros. Aunque no sabemos con certeza cual era el número de habitantes en Jerusalén cuando fue invadida, estos datos nos ayudan a ver que era una ciudad bastante amplia . Por esto Nehemías anota en su diario la notoria diferencia entre el tamaño de la ciudad y el número de desterrados que había ahora en Jerusalén ( aproximadamente 50,000).

Cuando pensamos en nuestro país, vemos cuánto hace falta reconstruir la muralla, y cuantas vidas necesitan conocer el mensaje de Dios.. Por esto es tan importante el trabajo y compromiso de cada uno de nosotros, para llegar a muchos chilenos que lo necesitan. Santiago se ve deshabitado espiritualmente, con algunos cristianos repartidos por toda la ciudad. Vamos a ayudar repoblar esta ciudad y este país con hombres y mujeres que honren de corazón a Dios. (Isaías 60:22)

Hoy, tomemos tiempo para pensar en lo que significa para nosotros reconstruir lo exterior (la muralla física) y reconstruir lo interior (la muralla espiritual). Y que esto nos lleve a decisiones para reconstruir profundamente la muralla a nuestro alrededor.

Y busquemos ser esos cristianos dignos de confianza y temerosos de Dios, preparados para servir en lo que El nos necesite


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