Igualmente nos enseña la disposición del pueblo entero para sacrificar. Todos estaban dispuestos a quedarse en Jerusalén. Dios decidió por medio de las suertes (medio bastante común en estos tiempos para buscar la voluntad de Dios).
Y encontramos dos elementos para destacar en estos versículos: " bendijo el pueblo, y la ciudad santa". El contexto nos enfoca en que todo esto era una acción espiritual. Lo hacían para agradar a Dios, y por hacer la voluntad de Dios. El sacrificio es mucho más llevadero cuando tiene un sentido. Y vale la pena cuando tiene un sentido espiritual.
Definitivamente la vida cristiana involucra sacrificarse. El solo hecho de que el parámetro para un seguidor de Cristo es negarse a si mismos y dar la vida por los demás, implica mucho para nosotros. Pero de la misma manera las escrituras nos enseñan en diferentes ocasiones, que imitar a Jesús tiene sentido y valor espiritual.
En un mundo que va en la búsqueda incesante del placer y la comodidad, es fácil reconocer quien vive imitando a Cristo y quien no.
Somos voluntarios al servicio del Rey. Y esto implica de una manera u otra dejar a un lado la comodidad
¿Consideras que te es fácil tener disposición para sacrificar?
¿ Te es más fácil hacerlo por situaciones materiales (trabajo, estudio) o espirituales?
¿ Hay algo en lo que no estés olvidándote de ti mismo y te impida seguir los pasos de Jesús?
Hoy, meditemos en las palabras del apóstol Juan: " el que dice que está unido a Dios debe vivir como vivió Jesucristo"
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