sábado, 7 de noviembre de 2009

Vamos por los 52 - Día 39

Día 39
Nehemías 10:30-33

Después de orar decide el pueblo junto con sus dirigentes comprometerse delante de Dios.
Vamos a aprender acerca de los compromisos que hicieron. Básicamente ellos querían restaurar las cosas más importantes de la ley.

v. 30 No iban a permitir los matrimonios mixtos. Básicamente el mandamiento era que se casaran entre judíos para no contaminarse con las religiones y prácticas de los otros pueblos. De hecho, el desobedecer este mandamiento hizo que sus antepasados se desviaran.

Para nosotros la aplicación de este principio significa alejarnos de lo que pueda separarnos de nuestra fe en Dios. Para algunos son creencias, modas. Para otros estilos de vida. Para otros situaciones o personas. Dentro del cristianismo la tentación más grande es dejarnos influenciar por la manera de pensar del mundo. Los conceptos humanos que hay sobre la pureza, fidelidad, amor, respeto, verdad, son bastante alejados de los conceptos de Dios. Y nosotros podemos comenzar a pensar un poco de esta manera. Comenzamos a correr la línea que separa la palabra de Dios del pensamiento humano, y sin darnos cuenta terminamos pensando de la misma manera y bajando nuestro estándar cristiano.

v.31 El sábado era día de descanso religioso para ellos. Sin embargo, con el tiempo, habían permitido hacer negocios en sábado, para poder coincidir con los pueblos vecinos. Dejaron la solemnidad de este día, por causa de los negocios. Ahora, ellos se comprometían a que no iba a volver a pasar lo mismo, y el sábado íba a retomar su sentido.

El dinero es algo delicado. Por un lado, lo necesitamos y está involucrado en casi cada ámbito de nuestra vida: salud, comida, alojamiento, ropa, estudios, etc. Todo esto implica dinero. Por otro lado en ocasiones tiene más importancia de la que debería. Pero más allá del dinero, el mensaje es no dejar a un lado las cosas sagradas por causas humanas.

Dios es sagrado. El matrimonio es sagrado. La familia es sagrada. Y podemos comenzar a dejar de un lado nuestro tiempo con Dios, nuestro tiempo para nuestra familia, por el trabajo, por tener más dinero, o simplemente por otros intereses. Son muchos los que dedican su tiempo y energía a lo que realmente no es importante. No permitamos que eso nos pase a nosotros.

2 compromisos para el día de hoy: mantener firmes nuestras convicciones y dar la prioridad a lo que realmente es importante.




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